Canillejas, doble decepción

Qué ganas tenía de correr en Canillejas este fin de semana. Venía de una racha muy buena de carreras y pensaba que en ésta lo podría hacer muy bien. Eso sí, era consciente del nivel que iba a haber, nada comparable a lo que hasta ahora había experimentado en mis carreritas de pueblo. No había ninguna presión, sabía que no estaría entre los mejores y que la cabeza de carrera se me habría escapado antes de la pancarta del primer kilómetro...eso me hizo relajarme y no estar nervioso, y eso, creedme, no es nada bueno. Uno sabe que lo va a hacer bien cuando en la salida le tiemblan las piernas, cuando justo antes de que se dé la salida está como vacío, sin fuerzas. No fue el caso.

Pero por partes. Canillejas. Es una de las carreras con más nivel del calendario, con mayor participación y una de las más favorables. Los primeros, negritos, suelen llegar con apenas 28 minutitos. Yo a esas alturas estaba aún en el km 9! Se supone que la carrera tiene desnivel favorable y eso anima a la gente que quiere mejorar sus marcas. A eso iba yo. Acababa de estrenar 32 minutos y ya quería bajar a 31 (lo conseguiré tarde o temprano, lo sé...). ¿Qué hace que una carrera sea tan famosa y tenga tanto nivel? La pasta. Cobra 17 euros por cabeza, reune 9000 tipos, dales una mísera camiseta de algodón a la llegada y el resto te lo gastas en pagar a la tropa de keniatas y etiópes para que corran y encima se lleven todos los premios. Ya está, no hay más secretos.

Cierto es que atletas nacionales buenos hay de sobra. No hay más que ver la clasificación y ver al primer español 4º y 10º el segundo. Ambos con marcas por debajo de 29'. Increible! Estoy convencido de que si no vinieran negros estos tios ni se dignaban a correr esta carrera. Os lo digo yo que corro muchas populares y con 32' puedes hasta ganar. Aquí no, aquí 32' significa hacer el 40º. Así que es la pescadilla que se muerde la cola. Yo ya he pagado religiosamente mis 17 euros de este año y ya no correré más. Me ha parecido un timo absoluto.

Pero a lo que iba, mi carrera. Mala, no diría nefasta, pero mala. De salida se arrancó excesivamente rápido. Da gusto ver a los negritos como si nada rodando a 2:40 en los primeros metros mientras tú intentas que el corazón no salga por la boca...un lujazo! En breve se forma el grupo de cabeza al que no me uno y me quedo en un grupo muy majete, con Tejedor y Roncero, mis compañeros de las últimas carreras. También está Villar del Saz. Rodamos juntos hasta el 4, primer repecho, en el que decido regular. El perfil se vuelve cabrito y muy cuesta arriba del 5 al 7. Mucho sufrimiento. Llego arriba tocado y sé que del 7 al 10 es bajada, hay que aguantar. Me pillan dos o tres que conozco, Callejo, Infestas, y les intento seguir. Me quedo con Infestas que es un crack y me hace la bajada a un ritmo endemoniado. Mi Garmin marca 3:11 el km, tengo esperanzas, pero el paso por el 9 me da 29:05, muy justo para bajar de 32. Necesito volar a 2:54 en el último km y eso es muy difícil a estas alturas de carrera. Veo los arcos y esprinto. 150 m de regalo, podía haber parado el crono en 32:03 pero lo hice en 32:22. No está mal del todo, pienso. Segunda carrera por debajo (bien debajo) de 33, ya soy del club de los 32. He quedado el 46º. No ha sido una buena carrera. Prueba de ello es que la primera y segunda mujeres me han ganado. No es buena señal. Las sensaciones no eran buenas y se ha confirmado. No estoy satisfecho. Quiero venganza y la habrá, espero, este finde en Valencia.
Tengo infinitas ganas de ir y machacar el crono, destrozar mis exhaustas Saucony y dejar solo unos en el crono, no quiero otro número que no sea el 1. Busco el 1:11 y debo conseguirlo, como sea.

Podeis ver el video de la llegada: