El arte de aprender a sufrir...

Como bien dice mi hermano Gorka, hay una diferencia notable entre el atleta y el deportista. El deportista correr para adelgazar, el atleta adelgaza para correr! ;-)

Con este pequeño matiz empiezo mi breve entrada de hoy. Yo no me considero ni una cosa ni la otra, diría que algo intermedio. Pero sufrir, lo que es sufrir de verdad, creo que estoy aun aprendiendo. Es la clave para progresar. Uno corre más que otro, entre otras cosas, porque sabe sufrir más. Pongo el ejemplo de mi grupeta, entre otros formada por Juan y Pablo a los que tengo gran aprecio. Cuando entreno con ellos podemos ir hablando y rondamos los 5 minutos por kilómetro. Algún día hemos ido a hacer series y yo creo, a lo mejor me equivoco, que pueden ir bastante más rápido, a base de sufrimiento.

Yo este año me he preparado un plan de entrenamiento y suelo estar en los 65 km semanales, con un día de descanso (fundamental en mi caso) y uno o dos días de series a la semana. Y a diferencia del año pasado, en los entrenos sufro como un campeón. Yo creo que hay que sufrir para progresar, y mucho. Yo veo la diferencia entre mis ritmos y los que lleva la cabeza de carrera de cualquier Media Maratón y estoy convencido de que es un tema de capacidad de sufrimiento. También de entrenamiento específico, ojo, pero mucho de sufrimiento.

He notado mucho el tema de las series. Me ayudan a progresar y me permiten incluso algún cambio de ritmo en plena carrera. Pero se sufre el copón bendito. Hoy mismo, salgo de currar a las 18:00, comiendo en el curro y al Green Canal a hacer series...8x400! Copón! Qué sufrimiento! Pero bueno, por ahora las sensaciones están siendo buenas. Ya veremos el primer test de la semana que viene. Media Maratón de Móstoles. Por cierto, dorsal precioso: 600